Journal archives for June 2022

June 2, 2022

Crecimiento

Desde que nací, he sido una persona cercana a la naturaleza de una u otra manera, pero siempre me hacía falta una manera de cristalizar esa conexión. Luego de haber buscado y explorado durante un largo tiempo entre algunas herramientas para conocer y compartir acerca de la biodiversidad que me rodea, a fines de julio de 2018 descubrí iNaturalist.

En ese momento la plataforma apenas estaba surgiendo, en Ecuador se habían registrado solamente 43k observaciones verificables aproximadamente y casi 50k observaciones totales (incluidas casuales, 12%), mientras que a nivel mundial rondaban las 11.6m de observaciones verificables, y un total de 13.7m de registros.

Ese día fotografié y compartí un par de plantas de las que no conocía su nombre, no obtuve una identificación pronto, como ahora.

A finales del año 2020, luego de hacer sobrevivido a la parte más difícil de la pandemia del COVID-19, volví a encontrarme con iNat, 55m de observaciones verificables a nivel mundial, 448k de las cuales, en Ecuador. Sali a fotografiar algunas plantas, compartí unas cuantas observaciones, recibí identificaciones al poco tiempo. Me encontré con una comunidad, muchas personas cercanas observando prolíficamente, identificando, comentando sobre biodiversidad, de manera prolífica, emocionante. Había descubierto lo que es la ciencia ciudadana.

Inmediatamente me puse a registrar todo lo que me rodeaba, a compartir imágenes realizadas con anterioridad, pérdidas durante meses y años, a la vez que recibía identificaciones, pocos días no podía parar.

Entre uno de mis objetivos para 2021 me propuse observar al menos un ser vivo en estado silvestre cada día, logre hacerlo. En el camino, a fines del mes de octubre de ese año, una de mis observaciones obtuvo el enlace de la observación 100m, aunque en realidad las observaciones verificables contaban 83.5m de observaciones verificables hasta ese momento, el número seguro representa un acumulado de registros que se han realizado, incluidos los casuales, menos aquellos que se hayan eliminado, en todo caso esos números eran la muestra de cómo había crecido la plataforma en ese último año.

Para 2022 repetí ese propósito, hasta el día que escribo esto, lo estoy cumpliendo, de hecho, a inicios de mayo alcance los 500 días, ahora mi objetico es llegar a 1000 días. Esa constancia me ha hecho conectarme a profundidad con mi entorno, ha reforzado mi vínculo emocional con él, me ha hecho mucho más feliz.

Mientras escribo esto, veo cómo se van agregando más observaciones en la plataforma. A este ritmo, en pocos minutos, la noche del hoy, primero de junio, día del niño, (o quizá los primeros minutos de mañana), alcanzaremos el primer millón de registros totales en mí lindo país, ¡vaya hito!

Aprovechando esto, quiero decir que considero crucial que esta nueva generación se conecte y empatice con su entorno natural, y es nuestro deber crear el ambiente necesario para que esto suceda. Y así aportar a destruir la base social del crimen organizado que también está ganando terreno en nuestro querido país, es la cara B que también he visto crecer paralela la plataforma.

Antes de terminar, debo mencionar que siempre me he sentido fascinado por la manera que el ser humano tiene de construir herramientas, como iNat, muchas gracias a aquellos Homo Sapiens que la construyen, a quienes la mantienen y a los que están haciendo de esta una plataforma cada vez más vibrante.

¡Me siento muy esperanzado por eso!

Finalmente, dejaré por aquí un par de mis últimas observaciones con video:

Posted on June 2, 2022 04:03 AM by marceloamores marceloamores | 2 observations | 0 comments | Leave a comment

June 24, 2022

Páramos

Entre mis primeros recuerdos de la infancia, en el valle donde crecí, están el observar las montañas a mi alrededor y preguntarme como seria subir a ellas para ver el mundo desde ahi, en ese entonces mi concepto de mundo era solo el valle rodeado de montañas, más allá no existía nada.

Mi abuelo, un chagra, un vaquero de los Andes, y, sobre todo, hombre apasionado por la montaña me contaba historias relacionadas a la magia de esos lugares. Montado en su caballo solía subir para cuidar al ganado de la hacienda donde trabajaba, y al suyo propio, en su huasipungo, su pequeño pedazo de tierra.

Me describía el páramo y las montañas como lugares encantados, que escondían un gran tesoro desde hace centurias, hace centurias, a la vez que me advertía de una especie de mal adición que hacía cualquiera que se aventurara a las alturas, se vería inmediatamente atrapado, envuelto en una neblina tan espesa que se desorientara hasta el punto de perderse, sometido a la voluntad de la naturaleza.

Mi abuela, una gran conocedora de las tradiciones milenarias de los Andes, conocía la utilidad de todas las hierbas de la montaña y les daba un gran valor. Asimismo, se guiaba de fenómenos astronómicos como las fases de la luna para la gestion de la chacra, como la siembra, el labrado, la cosecha, o para los aspectos pecuarios como la reproducción de los animales, y más allá, la comunidad en general se basaba en los solsticios y equinoccios para esto.

Ayer fue solsticio de invierno, celebración del Inti Raymi, fiesta en honor al sol, a las cosechas. Hoy, 23 de junio se celebra desde hace muy poquito en Ecuador, el día de los Páramos.

En estos días, yo celebro a mis abuelos, que sembraron en mí el gusto por la naturaleza y en particular por estos ecosistemas de montaña llamados Páramos. Siempre que puedo trato de subir a buscar el tesoro o a ver el mundo desde allí, y cada vez quedo más maravillado por lo que voy descubriendo.

Muchas personas creen que el tesoro es el oro que enterraron nuestros antepasados, los Incas, incluso yo lo creía. Pero en realidad son todas sus formas de vida y lo únicas que son; es el agua que bebemos en las grandes capitales de estos lares, Quito, Bogotá, al agua que se bebe en mi pequeño pueblito, y que riega nuestros cultivos; el verdadero tesoro es lo que siento cada vez que estoy allí y pienso en todo lo que ese lugar me da, es contemplar la inmensidad desde allá arriba y admirar cada detalle.

La maldición resulta ser ese ambiente difícil, sobrecogedor, que hace que las condiciones sean tan cambiantes e impredecibles, eso es lo que ha mantenido este ecosistema alejado de los impactos humanos, aunque es notorio que en los últimos años han ganado terreno, directa e indirectamente.

Posted on June 24, 2022 03:14 AM by marceloamores marceloamores | 0 comments | Leave a comment

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